Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
La programación diaria
Artículo 41, 1989
1) Corrección de medianoche: Lamentar el exilio de la Shejiná (Divinidad).
2) Establecer la fe en cantidad y calidad.
3) En cuanto al mal: Describir los sufrimientos y el dolor que el mal causa arriba en los mundos y también abajo, en este mundo, que inflige muerte en las criaturas, y causa sufrimientos a toda la creación. Por esta razón, el mal particular causa el general, ya que lo general y lo particular son iguales y no hay diferencia entre ellos.
4) También, odiar el mal, porque «Los que aman al Señor, odien el mal, que guarda las almas de sus seguidores; Los salva de la mano de los malvados», y que su intención sea separarse del mal por completo.
5) Describir el estado de las almas que son robadas, y pedir misericordia por ellas.
6) Describir la excelsitud del Creador.
7) Describir el amor de maneras que revelen el amor.
8) El orden del estudio debe ser Lishmá (en nombre de la Torá). Esto significa que él quiere que el estudio le traiga la luz de la Torá para que la luz lo reforme, como nuestros sabios dijeron: «La luz en ella lo reforma». Porque sin la ayuda de lo alto, uno no puede trabajar con fe y otorgamiento en el camino de la verdad, sin engañarse a sí mismo diciendo que tiene fe en el Creador y que está listo para trabajar con el fin de otorgar sin la ayuda del Creador, porque solamente «la luz en ella lo reforma».
Por esta razón, es bueno dedicar un tiempo fijo para estudiar únicamente asuntos que hablen de fe y otorgamiento, ya que cuando estudia estas cuestiones, uno se adhiere a tales pensamientos y entonces es más fácil de aceptar el adherirse a la luz de la Torá.
Sin embargo, obtenemos esto solo en la medida en que trabajamos en odiar el mal. Odiar el mal se llama «hacedores de su palabra», y la luz de la Torá se llama «oír la voz de su palabra». Ambas son la completitud, todo debe (constar) de dos cosas: derecha e izquierda, es decir, odiar el mal y amar el bien, que son como la luz y el Kli (vasija).