Baruj Shalom Ha-Levi Ashlag (Rabash)
¿Qué es la prohibición de bendecir sobre una mesa vacía, en el trabajo?
Artículo 16, 1989
Está escrito en El Zóhar, Itró (punto 437): «"No tomarás el nombre de tu Dios en vano”. Rabí Shimon comenzó: "Y Eliseo le dijo a ella: '¿Qué debo hacer por ti? Dime, ¿qué tienes en la casa?'. Eliseo le dijo: '¿Tienes algo sobre lo cual pueda estar la bendición del Creador?'. Hemos aprendido que el hombre no debe bendecir sobre una mesa vacía. ¿Cuál es la razón? Porque la bendición de arriba no está presente en un lugar vacío"». (En 442) Dice: «Por lo tanto, no debemos mencionar el nombre sagrado en vano, como está escrito: “No tomarás el nombre de tu Dios en vano"». Hasta aquí sus palabras.
Debemos entender por qué no puede haber una bendición superior en una mesa vacía. Al fin y al cabo, la bendición es que el Creador quiere dar deleite y placer a los seres creados. Por lo tanto, ¿por qué los receptores deben prepararse primero para dejar espacio a la bendición, es decir, que deben establecer un lugar adecuado para recibir la bendición superior?
La cuestión es que la mesa es un lugar en el que comemos, es decir, el lugar desde el cual uno se sustenta y en el que se colocan diversos placeres para disfrutarlos. Esto se llama una «mesa». No debe estar vacía, sino tener algo que uno disfrute, y solo entonces uno puede bendecir al Creador. Esto significa que si uno bendice al Creador pero no hay placer sobre la mesa, está prohibido, como está escrito: «el hombre no debe bendecir sobre una mesa vacía».
También es difícil entender lo que Rabí Shimon aporta como prueba, que Eliseo le preguntó a ella: «¿Qué tienes en la casa?». La pregunta era si tiene algo con lo que disfrutar, de otro modo, la bendición no puede llegar. Sin embargo, vemos que el cese del aceite, que se llama «bendición», fue porque no había Kelim (vasijas) vacías, como está escrito: «Y él dijo: “Ve, trae vasijas para ti, vasijas vacías, no consigas pocas”. (...) Y él le dijo: “No hay una sola vasija más”, y el aceite se detuvo».
Resulta que el cese de la bendición no fue porque la mesa estaba vacía, sino que el cese de la bendición del aceite fue por falta de Kelim vacíos. Esto significa que también debe haber Kelim vacíos.
Para entender esto en el trabajo, debemos saber acerca de los opuestos que tenemos en el orden del trabajo. Por un lado, vemos que la persona debe establecer la alabanza del Creador y luego orar. Claramente, mientras establece las alabanzas, dice que el Creador es bueno y hace el bien a los malos y a los buenos, y que Él es misericordioso y bondadoso. En ese momento, no puede decirse que uno sea carente, es decir, que le falte algo ya sea en la espiritualidad o en la corporalidad. De lo contrario, significaría que simplemente lo está diciendo con su boca pero que su corazón no está con él. Es decir, en su corazón, piensa de manera diferente con respecto a lo que dice con su boca. Por esta razón, es imposible cantar y agradecer al Creador y decir Sus virtudes, pero uno dice acerca de sí mismo que tiene abundancia y que no le falta nada. Así que, ¿cómo uno puede decir eso cuando se encuentra desnudo y necesitado?
Baal HaSulam dijo acerca de esto que el hombre debería verse a sí mismo como si ya hubiera sido recompensado con una fe completa en el Creador y ya sintiera que el Creador lidera el mundo como Bueno que hace el bien. Aunque cuando se mira a sí mismo y al mundo, ve que él y el mundo entero están carentes, cada uno según su grado, él debería decir sobre esto: «Tienen ojos y no ven», en otras palabras, por encima de la razón. De este modo, puede decir que es una persona completa y que no le falta nada. Naturalmente, él puede establecer la alabanza del Creador por encima de la razón.
También dijo que el hombre debe caminar en la línea derecha, lo cual es hacer una introspección y decir que todo está bajo supervisión y que el hombre no tiene ninguna libertad de elección. En consecuencia, Baal Shem Tov dijo que, antes del hecho, el hombre debería decir: «Si no soy por mí, ¿quién será por mí?» y después del hecho, el hombre debe decir: «todo está bajo la Providencia». En otras palabras, el Creador le dio un pensamiento y un deseo de hacer algo en la Torá y Mitzvot (preceptos), y lo eligió no solo de entre todas las naciones para darle un pensamiento y un deseo de servirlo a Él, es decir, observar la Torá y Mitzvot, sino incluso dentro del pueblo de Israel, Él lo eligió de entre el resto de la gente para darle un lugar a fin de servirlo a Él.
Aunque es un servicio pequeño, es decir, que Él le permitió trabajar fuera de Su palacio, lo cual es llamado Lo Lishmá (no en Su nombre) y todavía no le ha permitido entrar al palacio, es decir, que aún no ha recibido el permiso del Creador, esto es, un deseo y un anhelo de trabajar con el fin de otorgar, y todo lo que hace es solo por su propio beneficio, considerado como «afuera del palacio del Rey», aun así, también considera que es un gran privilegio que lo haya elegido de entre el resto de la gente. Se siente feliz por ello, y esto puede satisfacer al hombre y hacerlo alabar y agradecer al Creador por haberle concedido ser aceptado en el trabajo.
Esto se llama «línea derecha» en el trabajo. Es decir, se siente feliz cuando mira al resto de la gente, que no tiene el privilegio de servir al Rey, aunque esto sea en Lo Lishmá. Aun así, es muy importante, ya que en lo referente a la acción, él está sirviendo al Rey, y en las acciones, no debemos agregar. Es decir, incluso si él quiere agregar al cumplimiento de las Mitzvot, está prohibido, como está escrito: «No debes agregar y no debes quitar». Por eso, lo considera un gran privilegio.
Por esta razón, cuando mira a los demás, que no tienen contacto con la Torá y Mitzvot, y ve la bajeza en la que están inmersos, es decir, que todos los placeres que pueden tener son solo placeres envueltos con las vestiduras que todos los animales disfrutan, que se les permitió desde arriba disfrutar solo de estas vestiduras y no tener ninguna relación con la Torá y Mitzvot, y él cree que todo viene de arriba, de esto el hombre debe obtener alegría y felicidad.
Baal HaSulam dijo que, si uno recibe de esto alegría y felicidad, a través de la alegría se le considera bendito, y luego «el bendito se adhiere al bendito». Esto es llamado: «De Lo Lishmá, llegamos a Lishmá [en Su nombre)», ya que la Luz en ella lo reforma, pues ahora siente que es bendito y luego la bendición superior puede estar sobre él, lo que se considera como equivalencia de forma.
Pero, si el hombre se siente maldito, carente, no tiene equivalencia con el Creador porque el Creador está plenamente completo. En consecuencia, no hay un lugar donde pueda estar la bendición debido a la disparidad de forma.
Ese estado se llama «línea derecha», es decir, completitud, en la cual no hay carencias. ¿Y qué debería hacer uno cuando se dedica a la «derecha»? Debe alabar y agradecer al Creador, y dedicarse a la Torá, porque entonces es el momento de recibir la Luz de la Torá, ya que se encuentra en un estado de completitud, considerado como el hombre que tiene bendiciones y ninguna carencia. Naturalmente, este es el momento para que la bendición esté sobre él, como se dijo anteriormente: «El bendito se adhiere al Bendito».
No obstante, es imposible caminar sobre una sola pierna. Es decir, el hombre no puede avanzar sobre una sola línea. Dado que hay una regla: «No hay Luz sin un Kli», es decir: «No hay llenado sin una carencia», y dado que en la línea derecha uno está en plenitud, resulta que no tiene hacia dónde avanzar, no hay necesidad de que el Creador satisfaga sus necesidades, ya que no tiene ninguna necesidad.
Por esta razón, en ese momento uno debe tratar de ver sus faltas a fin de tener espacio para la plegaria para que el Creador satisfaga sus necesidades. Esto se considera como que la persona debe proporcionar Kelim vacíos que el Creador puede llenar con la abundancia superior, lo cual se denomina «una bendición». Si no hay Kelim vacíos, es decir, carencias, ¿con qué puede llenarlos?
Esto se considera como una persona que camina en la «línea izquierda». En la espiritualidad «izquierda» significa algo que requiere corrección. Esto significa que la persona debe dedicar una pequeña parte de su tiempo a criticarse y ver cuánto esfuerzo puede invertir en trabajar únicamente para el Creador y no para su propio beneficio, y si puede decir que, si no trabaja con la intención de dar contento a su Hacedor, no quiere vivir, y así sucesivamente.
En ese momento, se da cuenta de que no puede hacerlo solo, sino que solamente el Creador puede ayudar. Resulta que ahora es el momento en que puede orar desde lo más profundo de su corazón. Es decir, ve y siente que es incapaz de cambiar la naturaleza con la que fue creado, llamada «deseo de recibir para sí mismo y no otorgar».
Pero, en realidad, uno debe creer que esta carencia, el no poder cambiar solo, es decir, su naturaleza, este conocimiento proviene de arriba. Es decir, desde arriba, se le hace saber esta verdad: que no puede trabajar con el fin de otorgar.
Y uno debe saber que esto no se lo revelan a todos. Normalmente, es decir, para aquellos que trabajan como el público general, dado que se fortalecen para trabajar como el sagrado inanimado y no tienen conexión con el vegetal, no ven faltas en sí mismos. Pero, por el contrario, aquellos que intentan caminar por el camino de los individuos, en la medida en que anhelen alcanzar los grados de Dvekut (adhesión), reciben ayuda desde arriba para ver la verdad: a qué distancia se encuentran los seres creados de ser otorgantes.
Por lo tanto, resulta que el superior no necesariamente les brinda ayuda para poder trabajar con el fin de otorgar, sino que el superior también da el Kli, es decir, la necesidad de obtener ayuda desde arriba, ya que no pueden trabajar con el fin de otorgar por sí mismos. En otras palabras, el superior también da la necesidad, es decir, los Kelim vacíos: que no pueden sobreponerse a las vasijas de recepción. Esto también lo da el superior.
Sin embargo, la ayuda con esta carencia se concede, específicamente, a aquellos que desean caminar por el camino de los individuos. A aquellos que trabajan a modo de público general no se les revela este conocimiento por la sencilla razón de que no desean trabajar con el fin de otorgar, así que, ¿qué les revelarán?
No obstante, hay aquí un asunto: que para un principiante es difícil caminar por el camino de los individuos y empieza a ver que otorgar es difícil y no puede decir que se le dio este conocimiento desde arriba como un regalo. Por el contrario, este conocimiento llega hasta él debido a la bajeza del propio cuerpo. Él dice que todos los que recorren el camino del trabajo del otorgamiento es porque «No poseen tanta maldad en su naturaleza, y por eso pueden avanzar por este camino. Pero para mí, es difícil». Le cuesta creer que esto es difícil para todo el mundo por naturaleza, y no hay forma de que alguien tenga la fuerza de salir del control del amor propio a menos que el Mismo Creador lo ayude a salir de ese dominio.
Esto es considerado como el Creador liberando a Su pueblo del exilio en Egipto, como está escrito en la Hagadá (historia/narración) de Pésaj: «Yo, y no un enviado; Yo, y no un serafín; Yo, el Señor, y no otro». Debemos interpretar que el Creador dijo que solamente Él sacó a Su pueblo de Egipto, como está escrito: «Yo, y no un serafín». Esto significa que la persona tenía la fuerza del fuego de un serafín, que es por lo que podía salir del amor propio. Incluso si el hombre tiene un fuego ardiente, no tendrá la fuerza de ir en contra de la naturaleza, sino que fue el Creador quien los sacó de ahí.
Eso es lo que significan las palabras: «Yo, y no un enviado». Significa que a la persona no le ayudará el querer llevar a cabo la misión de Dios y por medio de esto conseguir las fuerzas para salir de su control. Es más bien al contrario: nada le será de ayuda. Aunque sea el más poderoso entre los poderosos, no será capaz de salir del control del beneficio propio a no ser que el Creador le dé la fuerza para salir de ese exilio.
Por esta razón, uno debe decir y creer que nada es difícil para el Creador. En consecuencia, uno no puede decir que este trabajo de otorgamiento no es para él porque le es difícil. En vez de eso, debe creer que todos esos descensos que tiene son porque, con cada descenso, obtiene la necesidad de la ayuda del Creador, porque una necesidad recibe el nombre de Kli, y en este Kli, el Creador puede depositar Luz, ya que se sabe que no hay Luz sin un Kli.
Sin embargo, el Kli no se forma de inmediato, sino que cada descenso, le da a uno la necesidad de Su ayuda. Por ejemplo, un descenso crea una medida de necesidad de un centímetro, y en el segundo descenso, vuelve a tener una necesidad en la que debe decir que solo el Creador puede ayudar. Y resulta que recibe entonces otro centímetro y tiene un Kli con solo dos centímetros de profundidad. Cuando tenga cien descensos, tendrá un Kli de cien centímetros de profundidad. Así crece el Kli, es decir, la necesidad y el deseo de que el Creador lo ayude (y le dé) un gran Kli.
Ahora bien, debemos preguntar: ¿cuál es la magnitud del Kli? Baal HaSulam dijo sobre esto que uno debe creer que el Creador sabe cuánta necesidad y deseo debe tener el tamaño del Kli. Cuando el Creador ve que el Kli puede recibir la Luz, el Creador de inmediato llena el Kli tanto como puede. Así que uno no debe impresionarse por los descensos, sino que más bien debe decir: «La salvación del Señor es como un abrir y cerrar de ojos». Y la persona debe creer que, justo después de cada descenso, puede ser suficiente para que se le dé un Kli, un deseo que el Creador pueda llenar instantáneamente.
Sin embargo, si ve que aún no ha recibido ayuda del Creador, debe incrementar su plegaria para que el Creador lo ayude y no caiga en la desesperación. Este orden se denomina «línea izquierda», es decir, que precisamente ahora uno debe sentir su bajeza, cuán alejado está del trabajo del otorgamiento.
Pero no debe prolongar este trabajo en la línea izquierda. El trabajar con la carencia solo debe tomarle un corto periodo de tiempo de su trabajo para el Creador. La mayor parte del tiempo debe ocuparse en el trabajo en completitud, llamado «derecha», cuando se conforma con poco. Es decir, sea cual sea su sabor y su sensación en el trabajo, está feliz con su parte y se siente pleno, le da gracias al Creador por ello y se siente la persona más feliz del mundo.
Y en ese momento uno puede bendecir al Creador por el bien que Él le ha otorgado: que tiene la posibilidad de ser un trabajador del Creador, incluso al más pequeño nivel, eso no le importa. Esto es así porque ve que él es importante para el Creador, porque cree que el Creador lo ha elegido para ponerlo frente a Él y servirlo, incluso con el más pequeño de los servicios, mientras que a otros Él ni siquiera les ha dado ese servicio. Y por eso bendice al Creador.
Ahora podemos entender la pregunta que hicimos: ¿Por qué el Creador es incapaz de dar Su bendición a menos que haya algo de comida sobre la mesa y que está prohibido bendecir sobre una mesa vacía? La razón es que debe haber equivalencia de forma, como dijeron nuestros sabios: «El maldito no se adhiere al bendito». Por lo tanto, cuando el hombre bendice al Creador y encuentra placer en el hecho de que el Creador le haya dado la comida, es decir, un vínculo con la Kedushá (Santidad), esto se considera como que la mesa no está vacía y la bendición puede estar en ella. Esto es llamado «línea derecha», en la cual uno debe estar la mayor parte del día de trabajo.
Debemos también interpretar lo que él trae como evidencia: que preguntó a la mujer qué tenía en la casa. Y él aprende de esto que la mesa no debe estar vacía. Pero vemos que necesitamos Kelim vacíos, pues el cese del aceite, llamado «bendición», fue porque no había más Kelim vacíos.
La respuesta es que para avanzar en el trabajo también necesitamos la línea izquierda, llamada «carencias», que son los Kelim vacíos. Sin embargo, una cosa es producir los Kelim, que es cuando uno trabaja en la línea izquierda, y el llenado con la abundancia en los Kelim vacíos. Esto se lleva a cabo precisamente cuando uno está en un estado en que es un hombre bendito y no le falta nada; y «el bendito se adhiere al bendito».