Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)
¿Qué significa la comida de un novio?
Artículo 12, 1989
Nuestros sabios dijeron (Berajot 6): «Todo aquel que disfruta de la comida de un novio y no lo alegra transgrede en cinco voces». Debemos entender por qué esta comida se llama «la comida del novio» y no «la comida de la novia». En lo que respecta a Yaakov, encontramos en la Torá que Laván hizo la comida y no Yaakov, como está escrito (Génesis 29:22): «Y Laván reunió a todos los hombres del lugar e hizo un banquete».
Con respecto a los bailes en la boda, vemos lo contrario: nuestros sabios no decían: «¿Cómo bailar ante el novio?» sino «¿Cómo bailar ante la novia?» (Ketubot 16b). Estas son sus palabras: «¿Cómo se baila ante la novia? La Casa de Shamai dice: “La novia tal como es”. La Casa de Hilel dice: “Una novia bella y piadosa”. La Casa de Shamai le dijo a la Casa de Hilel: “¿Y si es coja o ciega, le dicen: ‘Una novia bella y piadosa’?”. Pero la Torá dijo: “Manténte alejado de las palabras falsas”. La Casa de Hilel le dijo a la Casa de Shamai: “Según las palabras de ustedes, alguien que hace un mal negocio en el mercado, ¿debería ser alabado o criticado frente a él? Es decir, debe alabarlo frente a él. En consecuencia, los sabios dijeron: ‘La opinión de uno siempre debe mezclarse con las personas’”».
Para entender estos dos escritos, debemos interpretar esto en el trabajo. La novia significa el tiempo del exilio, un tiempo de trabajo en ocultación del rostro, cuando el amor del Creador y la gloria de la grandeza del Creador no brillan para él, como para que estén siempre ante él, para que no caiga de su grado, sino que siempre ascenderá cada vez más alto. Más bien, la persona está en el ocultamiento del rostro, llamado «el tiempo del exilio». Esto significa que todavía está bajo el control de las «naciones del mundo», que es el deseo de recibir para sí mismo.
Esto significa, que mientras no salga de la autoridad del deseo de recibir, el Tzimtzum (restricción) y el ocultamiento están todavía sobre él. Cada vez que debe sobreponerse al ocultamiento, ve la guía del Creador, dice que Él es realmente Bueno que hace el bien, y que todo lo que recibe del Creador es solo bueno. Naturalmente, debe estar agradecido y alabar al Creador desde el fondo del corazón por darle abundancia.
En este sentido, a veces tiene el poder de sobreponerse a lo que ve, y entonces dice como está escrito: «Tienen ojos y no ven». Pero esto es sólo durante el ascenso.
Pero luego, los pensamientos del deseo de recibir vienen a él y le exigen ver y estar de acuerdo por encima de la razón, en que esto es realmente así, que todo lo que él está recibiendo del Creador es bueno. El cuerpo no le permite creer esto y por eso cae de su grado.
Aunque sabe que la forma de salir de un estado de descenso es a través de la plegaria, en ese momento no tiene ninguna fuerza para orar. Sin embargo, existe una regla, que para cualquier cosa que una persona necesite, debe orar al Creador, por lo que también debe orar por su incapacidad para orar. Pero a veces, ni siquiera tiene la fuerza para orar por esto. Por lo tanto, en ese estado, la persona está en completo descenso.
Sin embargo, a veces la persona decae hasta el punto en que olvida y no siente que está en un descenso. Como hemos dicho varias veces, la persona cae tan bajo que permanece inconsciente. Es decir, en ese momento no tiene consciencia de que está en el «inframundo». Sólo luego, una vez que se recupera, ve que está en el punto más bajo y ni siquiera tiene el poder de orar.
En ese momento, una persona debe sobreponerse y decir: «Ahora puedo decir de todo corazón: ”El canto de los ascensos; desde las profundidades te he invocado Señor" ya que es imposible estar más abajo en la tierra que yo». Ciertamente, si pide desde un estado verdadero, y en ese momento ve que a menos que el Creador lo ayude, está perdido, y verá que no puede hacer nada por sus propias fuerzas. Por lo tanto, entonces debe decirle al Creador: «Ni siquiera puedo orar para que Tú me salves. Por lo tanto, solo Tú puedes salvarme». Entonces él dice: «Desde el lugar estrecho, Te he llamado Señor; respóndeme en la gran extensión, Señor». A través de los descensos y ascensos, se forma una carencia y una necesidad de ayuda por parte del Creador, en una persona. Luego, cada vez, los Kelim (vasijas) se revelan en el hombre, para que el Creador los llene.
Está escrito en el Sulam (comentario sobre El Zóhar) («Introducción al Libro del Zóhar», ítem 125): «Los días del exilio se llaman ”noche”, ya que este es el momento del ocultamiento de Su rostro de los hijos de Israel. En ese momento, todas las fuerzas de separación controlan a los trabajadores del Creador. Sin embargo, precisamente en ese momento, la novia se une a su esposo, a través de la Torá y las Mitzvot (preceptos) de los justos, quienes en ese momento son considerados como los “partidarios de la Torá”. Todos los grados sublimes se llaman ”los secretos de la Torá”, son revelados por medio de ellos, y es por eso que son llamados “aquellos que los hacen”, porque es como si hicieran la Torá.
Vemos que «novia» es el nombre del trabajo durante el exilio, cuando hay ocultamiento de Su rostro. En ese momento, todos las fuerzas de separación controlan a una persona, lo que significa que le llegan pensamientos que lo hacen sentir separado del Creador. En ese momento, se enfrenta a un dilema:
1) O se escapa del trabajo y se separa completamente de Kedushá (Santidad)
2) O hace todo lo que puede para que el Creador lo ayude a salvarse de estos pensamientos. Es decir, si el Creador iluminara su rostro, no habría lugar para el control de las fuerzas de separación.
Esto significa, que no necesita rezar para que estos pensamientos se aparten de él. En su lugar, debe pedirle al Creador que lo ilumine con Su rostro, es decir, que no le oculte su rostro. Esto significa, si le ora al Creador para que estos pensamientos se aparten de él, entonces no ha ganado nada de las fuerzas de la separación, y regresará al estado en que se encontraba antes de que los pensamientos de las fuerzas de la separación le llegasen. Por eso, no ha ganado nada. Esto se considera como sufrimiento en vano. Pero si le pide al Creador que le muestre Su rostro, para que se rindan las fuerzas de la separación, entonces se ha elevado en grado, al ser recompensado con la cercanía del Creador.
De esto se deduce que «novia» es el trabajo de «asumir el yugo del reino de los cielos», considerada como «fe en el Creador». Frente a esto están las fuerzas de separación, que no permiten que una persona crea en el Creador por encima de la razón. Más bien, de acuerdo con los mandatos de la mente externa, así las fuerzas de separación, separan a la persona del Creador. Por lo tanto, hay ascensos y descensos en estos estados, debido a que toda la base de la fe es por encima de la razón. En consecuencia, las fuerzas de separación tienen lugar, lo que significa que no le permiten a la persona que vaya en contra de la razón.
De acuerdo con esto deberíamos interpretar lo que preguntamos: ¿Por qué en lo concerniente a la novia nuestros sabios dijeron «¿Cómo puede uno bailar ante la novia?». En lo que concierne al baile, vemos que cuando bailamos, las personas suben y bajan, y algunas veces caen hacia el este, hacia el oeste, hacia el norte y hacia el sur. Esto es, las caídas durante la danza son hacia las seis direcciones del mundo. Las caídas ocurren de manera que la persona sentirá la necesidad de la ayuda del Creador. Es decir, esto ha sido hecho a propósito, de manera que la persona no será capaz de salir del control que las naciones del mundo en su interior, por sí mismo, sin la ayuda del Creador.
Pero, ¿Por qué el Creador desea que la persona pida ayuda de Él? Es como ha dicho Baal HaSulam, en tanto, una persona no tiene la necesidad ni la urgencia de obtener Néfesh-Rúaj-Neshamá (NaRaN), que el Creador quiere darle a la persona, y en tanto, el hombre está contento con poco, mediante la solicitud de ayuda, la ayuda que el Creador le otorga a él es NaRaN, como está escrito en El Zóhar: «Aquel que viene a purificarse es ayudado. Y luego dice “¿Con qué es ayudado? Con un alma santa”».
Esto significa que cada vez que quiere estar más puro, recibe ayuda a través de un alma más elevada. Resulta que, de acuerdo con la solicitud de ayuda de arriba, esta es la causa por la que recibirá un grado más alto cada vez, y de este modo recibirá su NaRaN. Por esta razón, el afán del Creador para que pidamos Su ayuda, hace que tengamos que extender un grado más elevado cada vez.
Ahora, podemos entender por qué preguntaron acerca de la novia: «¿Cómo baila uno ante la novia?» Y no ante el novio. Esto se debe a que bailar significa ascensos y descensos que se aplican durante el exilio, llamado «ocultamiento de su rostro», cuando las fuerzas de la separación gobiernan. Sin embargo, la pregunta es: ¿Qué causa la existencia de ascensos y descensos? En esto hay una disputa entre Beit Shamai y Beit Hilel.
Beit Shamai dicen «la novia tal como es». Es decir, en la medida del sabor que él siente en el trabajo, debe sobreponerse y decir: «Aunque no sienta su importancia, aún así asumo el reino del cielo con fe por encima de la razón». Y decir: «Como quiero trabajar y servir al Rey, no me importa qué sabor siento en este trabajo». Más bien, todo debe estar por encima de la razón. Es decir, una persona debe decir que está de acuerdo en hacer el trabajo sagrado «incluso si sigo con este sabor toda mi vida». Esto se llama «la novia tal como es».
Como dijo Baal HaSulam (en el ensayo «El Orden en el Trabajo»), debemos creer con fe que el Creador es el Supervisor, solo con el discernimiento de la fe. Es decir, aunque la fe tiene menor importancia que su comprensión dentro de la razón, él elige caminar por este camino.
Además, no va por encima de la razón porque no tenga otra opción. Más bien, incluso si se le da conocimiento, él elige ir por encima de la razón. Esto se llama «la novia tal como es». En otras palabras, él asume el reino de los cielos, a pesar de que no tiene ningún sentimiento de la importancia, de cómo se debe sentir cuando se sirve a un Rey grande e importante. Más bien, no le importa lo que está sintiendo, sino que asume todo con gran alegría.
Sin embargo, dado que todo está por encima de la razón, hay ascensos y descensos en este trabajo. Por lo tanto, durante el trabajo en el estado de una novia, hay ascensos y descensos, que se llaman «danzas».
Beit Hilel dice que la danza no es necesariamente, según la opinión de Beit Shamai, quien dice que debemos decir «la novia tal como es», lo que significa que él la asume, aunque ella es de baja importancia para él, y que sólo de esta manera hay ascensos y descensos, llamados «danzas». Más bien, desde nuestro punto de vista, no debemos ser tan estrictos con respecto a aquellos trabajadores que quieren asumir la fe de una manera que tiene tan poca importancia.
En vez de esto, deberíamos aceptar la fe en la forma en que él no se fijará en lo que siente, sino que debería decir que la novia es tanto bella como llena de gracia («llena de gracia» significa que un hilo de Jésed se extiende sobre ella). Si él no siente, es porque todavía no es merecedor de sentir, sino luego de que vea realmente su belleza, cuán bella y llena de gracia es ella. Y, entonces, en tanto ahora no posee ese sentimiento, existe el asunto de los ascensos y descensos, que son llamados «danzas» en el trabajo.
Resulta que, esto se aplica sólo cuando el trabajo está en un estado de «novia». Por eso nuestros sabios dijeron «¿Cómo se baila ante la novia?» Y no se dijo «¿Cómo se baila ante el novio?». Pero cuando se habla de una comida, se llama «comida de un novio» y no «comida de una novia», porque una comida es como nuestros sabios dijeron (Avodá Zará, p3): «El que se esfuerza en la víspera de Shabat (sábado), come en Shabat. Pero el que no se esforzó en la víspera de Shabat, ¿de dónde va a comer en Shabat?», ya que Shabat es «el propósito de la creación del cielo y la tierra».
Shabat es un momento de recepción del deleite y del placer, que es el propósito final de la creación. Por esta razón, Shabat se llama «el propósito de la creación del cielo y la tierra». La entrega de deleite y placer pertenece al novio, que se refiere al Creador, quien da deleite y placer a las criaturas. El Creador se llama «novio», como dijeron nuestros sabios (Yevamot 63): «Desciende en grado y elige una esposa». Un «novio» significa que debe descender a un grado inferior y recibir una esposa, como está escrito en el libro Matán Torá (La entrega de la Torá): «Y el Señor descendió a la cima de la montaña». Con respecto al descenso, el Creador se llama novio, de la palabra, «descender de grado».
Debemos interpretar el significado de descenso con respecto al Creador. Como se explica en las palabras del Arí, para que los seres creados puedan recibir Su Luz, hubo muchas restricciones y disminuciones de la Luz hasta que fue adecuada para el alcance de los inferiores. Si la Luz es demasiado grande, los inferiores no podrán recibir Su abundancia, porque «se anulan ante la Luz como una vela ante una antorcha».
Para el Creador, esto se llama «descender», como al descender de Su grandeza. En otras palabras, los inferiores no son dignos de ver Su grandeza. Más bien, cada uno lo hace de acuerdo con su capacidad, hasta el punto en que el Tzimtzum (restricción) se retira de él y se revela la Luz. En este sentido, el Creador se llama «novio» cuando toma al pueblo de Israel como novia, para darle todo lo que necesita, como está escrito en la Ketubá (una carta formal que describe las responsabilidades del novio a la novia) que el novio le da a la novia: «Trabajaré y respetaré y alimentaré y te proveeré, te vestiré y te sostendré».
En otras palabras, cuando el Creador toma al pueblo de Israel como una novia, Él le dará todo lo que necesita. Esto se llama «comida de un novio», cuando el Creador, que es el novio, de las palabras, «de grado inferior», nutre y provee a los seres creados. Es decir, Él debe rebajarse para dar a cada uno de acuerdo a su alcance, ya que, debido a esto, todas las restricciones tuvieron lugar, y de esto viene todo el asunto de la multiplicidad de nombres.
Claramente, cuando una persona recibe deleite y placer del Creador, no se puede decir que en ese estado, durante la recepción de la abundancia, habrá ascensos y descensos. Esto ocurre sólo cuando una persona está en un estado de ocultación del rostro, cuando debe sobreponerse a lo que siente y decir que el Creador es Bueno y hace el bien, y uno no siempre puede sobreponerse.
Pero durante la recepción del deleite y del placer, es imposible tener estados de descenso, que se llaman «danzas». Por eso no dijeron «¿Cómo se baila ante el novio?», ya que el Creador se llama «Novio» cuando Él toma a la «novia», cuando hay unificación entre el novio y la novia, y unificación significa «equivalencia de forma».
Es decir, cuando el pueblo de Israel en su conjunto, o un solo individuo, logra la equivalencia de forma, esto se llama «unificación». En ese momento, el ocultamiento del rostro se aleja y cada uno recibe la revelación del rostro del Creador. A esto se le llama «la comida de un novio». Por eso dijeron que allí, con el novio, el trabajo se recibe de una manera diferente en ese momento, lo que significa que debemos deleitar al novio.
Sin embargo, debemos entender lo que decían nuestros sabios (Berajot 7): «Todo aquel que disfruta de la comida de un novio y no lo alegra transgrede en cinco voces. Pero si él lo alegra, ¿cuál es su recompensa? Rabí Yehoshua Ben Levi dijo: "Se le recompensa con la Torá, que se da en cinco voces"». Deberíamos entender lo que simboliza la comida del novio en el trabajo, que cualquiera que disfrute la comida de un novio debe alegrarlo. En corporeidad, es difícil entender por qué necesitamos alegrar al novio. ¿No está ya feliz? ¿Quién lo obligó a ser novio? Por supuesto, él es feliz, como está escrito: «Como la alegría de un novio con una novia». En la corporeidad, ciertamente hay respuestas a esto, pero ¿qué implica esto para nosotros en el trabajo?
El asunto es que se sabe que todo nuestro trabajo es lograr la equivalencia de forma a través de la observación de la Torá y las Mitzvot. Es decir, debemos llegar a un estado en el que todo nuestro trabajo deba ser para poder dar contento al Creador, y no a nosotros mismos. El estado de este trabajo se llama «novia», es decir que hay ascensos y descensos allí, llamados «danzas».
Luego, cuando se completa este trabajo por parte del inferior, se considera como «Todo lo que está al alcance de tu mano y en tu fuerza para hacer, hazlo». En ese momento se llama «la conclusión del trabajo». Este es el significado de «novia» (Calá), como está escrito: «Cuando Moshé concluyó (Calot)», que es la conclusión del trabajo por parte del inferior. En ese momento una persona es recompensada con fe permanente. Es decir, ha llegado a un grado en el que «Todo tu trabajo es en nombre de los cielos». Por esta razón, la abundancia que recibe en ese momento desde arriba, que se llama «la comida del Rey», debe recibir la abundancia con el fin de otorgar y no en beneficio propio.
En otras palabras, en ese momento debe estar dispuesto a decir que este placer que recibe no es porque quiera deleitarse, sino porque quiere alegrar al Creador, porque el Creador creó el mundo para hacer el bien a Sus creaciones. Si él no recibe el deleite y el placer, Su intención no se llevará a cabo. Por su disfrute ahora, el Creador está disfrutando de Su propósito que se revela en la práctica. Resulta que, mediante esto, se observa lo que nuestros sabios decían: «Todo aquel que disfruta la comida de un novio y no lo alegra», y él sí lo alegra.
De hecho, debemos entender lo siguiente:
1) ¿Cómo podemos alegrar al novio?
2) ¿Por qué necesitamos alegrar al novio?
En el trabajo, ¿cómo se puede decir que el pueblo de Israel debe alegrar al Creador? ¿Se puede decir algo sobre el Creador, que Él necesita nuestra alegría, que nosotros lo alegremos?
3) ¿Por qué transgrede cinco voces si no lo alegra? ¿Por qué específicamente son cinco voces?
4) Todo aquel que lo alegre es recompensado. ¿Cuál es su recompensa? Rabí Ben Levi dijo: «Él es recompensado con la Torá, que fue dada en cinco voces». También debemos entender esto. Cada persona sabe que la recompensa está en el mundo venidero. ¿Por qué dice que la Torá es la recompensa? Parece significar lo contrario, como está escrito en Tana Debei Eliyahu: «Todo aquel que recite las leyes cada día tiene garantizado el mundo venidero». Resulta que, la recompensa que recibimos por la Torá es el mundo venidero. Pero aquí, Rabí Yehoshua Ben Levi dice que la recompensa es la Torá.
Como se dijo, todo nuestro trabajo es que, a través de la observación de la Torá y las Mitzvot, una persona debe dirigir que con esto logrará la equivalencia de forma, como está escrito: «Así como Él es misericordioso, sé tú misericordioso». Este estado se llama «una novia».
Todo lo que recibimos del Creador, ya sea corporalidad o espiritualidad, más bien, todo placer que recibimos del Creador, se llama «la comida de un novio». Es decir, todo lo que una persona disfruta se llama «una comida». Por esta razón, todos los placeres que una persona recibe del Creador se denominan «comida del novio».
Al recibir, la persona entra en una disparidad de forma, lo que causa separación, y en este discernimiento hubo Tzimtzum y ocultamiento, por lo que la Luz de Su rostro no se revela en un lugar de separación. El Creador le da algo para disfrutar, y si el Creador le da algo, debe recibir de esto un ascenso en grado. Es decir, debería estar más cerca de la Kedushá, ya que ahora está mejor calificado para creer que el Creador es Bueno y hace el bien. Por eso, tuvo que asumir el amar al Creador, ya que Él alimenta y provee.
La evidencia de esto es que ahora recibe nutrientes. El cuerpo existe y lleva una vida feliz, no necesariamente de comer y beber. Más bien, una persona también necesita nutrientes que pertenecen al espíritu del hombre, es decir, respeto, conocimiento y trabajo del Creador. Cada uno, de acuerdo con su propio espíritu, necesita cosas que eleven su espíritu. Todo esto se llama «nutrientes». Por esta razón, cualquier placer que el hombre reciba del Creador hará que una persona se acerque más a la Kedushá. Pero, de hecho, mediante esto uno se aleja más, debido a la disparidad de forma que resulta de la recepción del placer.
Por esta razón, si el hombre, mientras recibe el placer del Creador, trata de alegrar al Rey, en ello que recibe con el fin de otorgar al Creador, y su alegría es porque trata de tener la intención con el fin de dar contento a su Hacedor, por medio de esto obtiene un Kli (vasija) de otorgamiento con el que alegra al Creador, porque el propósito de la creación es beneficiar.
Esto deleita al Creador, ya que ahora el Creador puede dar deleite y placer al hombre, ya que el hombre ahora puede recibir con el fin de otorgar. Entonces el versículo «El Señor se deleita en sus obras» se hace realidad, es decir, con la obra de la creación, porque Su deseo es hacer el bien a sus creaciones.
Debido al Tzimtzum, el Creador tuvo que ocultarse de Sus creaciones. Pero, cuando una persona dirige, mientras recibe el placer, de recibirlo en beneficio del Creador, esto le da al Creador el placer de otorgar a las criaturas.
Resulta que, a partir de cada placer que recibe con el fin de beneficiar al Creador, crea dentro de él un Kli llamado «recibir con el fin de otorgar». Cuando ese Kli crece en él, después de cada ofrenda, ¿cuál será su recompensa del crecimiento de los Kelim (vasijas)? Que serán para otorgar. Su recompensa será que luego será recompensado con la Torá, llamada «los nombres del Creador», ya que ahora lo que reciba será con el fin de otorgar.
Resulta que la recompensa será la Torá, como dijo Rabí Yehoshua Ben Levi. Es decir, ¿qué sucederá una vez que una persona haya sido recompensada con un grado en el que pueda deleitar al Rey? ¿Cuando sólo quiere traer contento a su Hacedor? ¿Y cuál es su recompensa? No significa que la persona deba recibir una recompensa por alegrar al Creador. Más bien, él dice que su recompensa es que puede alegrar al Rey.
¿Cómo alegra al Rey? Al recibir la Torá. Hacer el bien a sus creaciones es el beneficio que el Creador quiere dar a los seres creados; es la revelación de su Divinidad a las criaturas. Esto se llama «Torá», que significa «Torá, como en los nombres del Creador». Resulta que su recompensa es que el Creador le puede dar la Torá, ya que el Creador disfruta de esta dación y esto lo alegra a Él.
Resulta que, «Todo aquel que disfruta la comida de un novio y no lo alegra» significa que todavía está inmerso en el amor propio y aún no puede decir que todo lo que hace es sólo en beneficio del Creador. Entonces, el Creador no puede darle la Torá, ya que todo iría a la Sitra Ajra (arameo: el otro lado). Es por esto que dijeron que él «transgrede en cinco voces». Se sabe que cinco Bejinot (discernimientos) contienen todos los mundos y todos los grados, que se revelan como los nombres del Creador. Estas son la punta de la Yod, y las cuatro letras, Yod-Hey-Vav-Hey. En los mundos, se llaman AK y ABYA, y en las almas se llaman Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jayá y Yejidá.
Por lo tanto, el significado de «transgrede en cinco voces» es que hace que las cinco Bejinot mencionadas, anteriormente, no se revelen porque no están tratando de lograr la intención de que todas las acciones sean solo en beneficio del Creador y no en beneficio propio. Se considera que aunque debe trabajar para alegrar al Creador, sólo se preocupa por alegrarse a sí mismo. De por sí, esto impide que la abundancia superior se revele.
Resulta que, el hombre impide la abundancia abajo. Esto se considera que donde el hombre debió esforzarse para hacer que la gloria del cielo se revelara, lo que se llama «la revelación de su Divinidad a sus creaciones», que es el propósito de la creación, el hombre está haciendo cosas que impiden que la gloria del Creador sea revelada. En cambio, la gloria de la Sitra Ajra se revela y la Shejiná (Divinidad) permanece en el polvo.
Esto es llamado «la Shejiná en el exilio bajo las naciones del mundo» dentro de cada persona. Es decir, en lugar de tratar de hacer que se revele el Bueno que hace el bien, y que se retire el ocultamiento por medio de dirigir con el fin de otorgar, hace que las naciones del mundo se eleven cada vez más dentro de él.
Las naciones del mundo son el deseo de recibir para uno mismo. Cuando trabajamos para ello, gana fuerza y se manifiesta su cualidad. Entonces, Israel en el hombre desciende por debajo de él, y esto se llama «transgrede en cinco voces».
Pero si trabajamos con el fin de otorgar, la Kedushá gana poder y gobierna. «Aquel que disfruta de las comidas de un novio y su intención es alegrarlo, significa que su recompensa es que se le otorgó el privilegio de alegrar al Creador. El signo de la recompensa, es decir, la manera de saber que su intención es verdaderamente alegrar al Creador.
Es como dijo Rabí Yehoshua Ben Levi, que «su recompensa es la Torá». Si es recompensado con la Torá, es decir, si su intención es realmente únicamente para alegrar al Rey, y esta es su única recompensa, el Tzimtzum y el ocultamiento se retiran de por sí, y debe ser recompensado con la revelación de la Luz de Su rostro. Esto se llama «la Torá de sus nombres», llamada «la revelación de su Divinidad a sus criaturas».
Resulta que, «novia» es el trabajo de la fe, que significa la aceptación del yugo del reino de los cielos. Pero aquí hay una cuestión de ascensos y descensos, es decir, lo que una persona debe dar al Creador, que es la rendición incondicional. En otras palabras, si una persona asume la fe por encima de la razón, aunque no tenga sensación alguna ni entusiasmo por asumir el yugo del reino de los cielos. Sin embargo, acepta ese estado y dice que seguramente esa es la voluntad del Creador, que trabaje y le sirva en esta bajeza, por lo que no le importa la sensación que siente por esta fe, porque de sí mismo, es decir, su propio beneficio, no se preocupa, sino solo del beneficio del Creador. Si el Creador quiere que permanezca en ese estado, acepta esto incondicionalmente. Esto se llama «rendición incondicional».
En ese sentido, la fe se llama «abajo», lo que significa que es de menor importancia para el hombre. Es como está escrito en el libro El Fruto de los Sabios: «La fe significa vara (también abajo), ya que es de poca importancia. Por esta razón, cuando la fe es arrojada al suelo, es decir, cuando no se valora la grandeza de la fe, se convierte en una serpiente. En otras palabras, en ese estado, una persona se vuelve peor que cuando comenzó el trabajo de la fe. Antes de esto, era considerado inanimado de santidad todavía y no le faltaba fe. Pero ahora que ha comenzado a asumir la fe por encima de la razón, su fe carece de importancia porque su razón no le permite creer sin razón. Por lo tanto, cae en la Klipá (cáscaras) de la serpiente. Por lo tanto, cuando desea entrar a Kedushá, la agarra por la cola, donde «cola» es el último discernimiento en todo. En otras palabras, acepta la fe con toda su bajeza, es decir, por encima de la razón. En ese momento se convierte en una vara. Él interpreta allí que en las manos del redentor había una vara. Este es el significado de «el pastor fiel», que tiene una vara en la mano para dirigir los corazones de Israel a su padre en el cielo.
Por el contrario, el novio es el dador. Teniendo en cuenta lo que hace el Creador, su cualidad es hacer el bien a sus creaciones. Por eso se llama «la comida del novio», como decían, «Aquel que disfruta la comida de un novio».