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Rabash / ¿Cuál es el significado de "el que no se esforzó en la víspera de Shabat, qué comerá en Shabat" en el trabajo?

Baruj Shalom HaLevi Ashlag (Rabash)

¿Cuál es el significado de «el que no se esforzó en la víspera de Shabat, qué comerá en Shabat» en el trabajo?

Artículo 7, 1989

Nuestros sabios dijeron (Avodá Zará 3): «Dijeron ante Él: "Señor del mundo, danos de antemano y lo haremos" (danos la Torá ahora y la observaremos). El Creador les dijo: "Tontos del mundo, quien se haya esforzado en la víspera de Shabat (sábado) comerá en Shabat. El que no se esforzó en la víspera de Shabat, ¿qué comerá en Shabat?"».

Esto debe entenderse en el trabajo:

1) ¿Cuál es el «Esfuerzo en la víspera de Shabat»?

2) ¿Qué se llama «Shabat» en el trabajo?

3) ¿Por qué debemos esforzarnos para obtener el discernimiento de «Shabat»?

Se sabe que «Shabat» se llama el propósito de la creación del cielo y la tierra. Es decir, el propósito de la creación del cielo y la tierra era para el «Shabat». En otras palabras, la revelación de Su deseo de hacer el bien a Sus creaciones, cuando se revela ante los ojos de todos, se llama «Shabat». Resulta que Él «Shabat (descansó / cesó) de toda Su obra», porque existe una gran obra, que se revele ante los ojos de todos Su liderazgo, que es Bueno y hace el bien.

En ese momento, no hay más trabajo que hacer como con los días de la semana, ya que el trabajo significa «Convertir el Jol (mundano / común / día de la semana - hábil) en Kódesh (santo)». Kedushá (Santidad) significa santo, que se separa de cualquier vasija de recepción y hace todas sus acciones con la intención de otorgar, como está escrito: «Serán santos, porque Yo soy santo». Esto significa que, así como el Creador es el dador, las criaturas, también, deben alcanzar la equivalencia de forma.

En el mundo material vemos que una persona trabaja solo para el sustento. Sustento significa, alimentos de los que el cuerpo se nutre. Esto significa que los alimentos son lo que le da al cuerpo, tanto la vida material, comer, beber, etc., y, los alimentos espirituales, llamados honor, conocimiento, poder, gobierno, etc.

Para adquirir estos alimentos, la persona debe esforzarse, de lo contrario, no lo conseguirá. Esto significa que los alimentos que la persona anhela recibir a cambio de su trabajo, son como una comida, y el esfuerzo es como la preparación de la comida. Es decir, el que no está en condiciones de esforzarse, no recibe alimentos materiales ni alimentos anímicos. En otras palabras, si alguien quiere que se le dé algo, el dador no se lo dará, a menos que se cumplan las condiciones que el dador exige.

Por esta razón, en la Kedushá, llamada «con el fin de otorgar», el hombre fue creado con el deseo de recibir para sí mismo, pero el Dador exige que trabaje para Él, considerado como «Todas tus acciones serán en nombre de los cielos». De lo contrario, si el Dador entrega al receptor Su abundancia en las vasijas de amor propio, todo irá a la Sitra Ajra (arameo: el otro lado), y ella roba la abundancia de la Kedushá. Kedushá significa que lo que hace es en beneficio del Creador. Si la intención es en beneficio propio, se llama «disparidad de forma» y es lo opuesto a la Kedushá.

Se lo llama «esfuerzo» dado que va en contra de la naturaleza, tanto en la mente como en cuanto al corazón, esto se llama «esfuerzo». Y esta es la preparación para la comida. En otras palabras, el hecho de que la persona deba aspirar a beneficiar al Creador y no a sí mismo, para obtener el Kli (vasija) llamado «con el fin de otorgar» es un gran trabajo y esfuerzo. Esto se denomina «preparación para la comida» y la «comida» se denomina «Shabat».

Así resulta que, al trabajo se lo considera como «tiempo de Jol», es decir, que debemos esforzarnos en eliminar lo mundano del corazón del hombre y colocar la Kedushá allí. «Kedushá» significa Dvekut (adhesión) con el Creador, y «Jol» significa separación del Creador. Todo el trabajo consiste en dar al deseo de recibir la intención con el fin de otorgar. En ese momento, la persona se adhiere al Creador, como se dijo: «Serán santos, porque yo el Señor, soy santo». Para esto, obtiene Kelim (vasijas) que pueden recibir lo que el Creador quiere dar: el bien y el placer llamado «comida». Esta es la comida de «Shabat», y este es el significado de «El que no se esforzó en la víspera de Shabat ¿qué comerá en Shabat

Baal HaSulam mencionó una alegoría sobre trabajar en beneficio del Creador y no para obtener un beneficio para sí mismo, sino que todo sea en nombre de los cielos, o toda la abundancia irá a las Klipot. Esto se afirma en el libro «El Fruto del Sabio» (Parte 2, pág. 89) «Un gran rey -bueno que hace el bien- que no necesitaba que hagan ningún trabajo para él, solo quería deleitar a sus súbditos, entonces envió un decreto a todas las personas del país, y designó un lugar en su palacio para ese propósito.

Y estipuló, explícitamente, que estaba prohibido trabajar fuera del lugar designado, y que además serían recompensados por sus acciones en ese mismo lugar, donde él les preparó grandes comidas. Cuando comenzaron el trabajo, pensaron que el rey había preparado supervisores para que controlen su trabajo, a fin de saber quién trabajaba y quién no. Sin embargo, el rey se escondió, y no hubo supervisión. Pero no sabían sobre el maravilloso invento, pues colocó una especie de polvo nocivo sobre los manjares y dulces, y como antídoto, colocó un polvo curativo en la casa del trabajo.

Y de este modo, de por sí quedó clarificada cuál fue la supervisión. Los que lo amaban, observaron meticulosamente los mandamientos del rey, y trabajaron precisamente en el lugar designado, y de por sí inhalaron el polvo de sanación. Y cuando llegó la hora de la comida, el sabor de los manjares era tal, que nunca antes habían probado algo igual. Naturalmente, alabaron al rey por ello.

Pero aquellos de gran bajeza, que no entendieron la alteza del rey, por la cual deberían amarlo, una vez que vieron que no había supervisión, no observaron los mandamientos del rey adecuadamente, y cuando llegó la hora de la comida y probaron los manjares, sus paladares se llenaron de un sabor amargo, debido al polvo mencionado anteriormente, y maldijeron y despreciaron al rey».

En consecuencia, es imposible sentir el bien y el placer que se encuentra en la Torá y las Mitzvot (preceptos), debido al Tzimtzum (restricción) y el juicio que se establecieron, porque es imposible sentir la Luz en las vasijas de recepción. En las vasijas de recepción solo hay oscuridad y muerte, debido a la disparidad de forma entre la Luz y el Kli (vasija). Por lo tanto, cuando queremos sentir el sabor de la Torá y las Mitzvot en las vasijas de recepción, no encontramos allí sabor alguno. En las vasijas de recepción, solo podemos sentir el sabor de los placeres materiales, donde la dulzura se revela, cuando una persona obtiene placeres materiales.

Esto se hizo a propósito, pues desde el comienzo esa fue la intención, para que pueda existir la Creación, que haya algo de qué disfrutar, incluso antes de que la persona obtenga las vasijas de otorgamiento, que se llaman «Kelim para la unificación con el Creador», lo cual significa que una persona no se aleja del Creador al recibir los placeres. Y para que la persona obtenga vitalidad y placer, aprendimos que, al romper las vasijas, brilla una iluminación tenue, una pequeña iluminación de Kedushá, que brilla dentro de las Klipot (cáscaras), de la que se nutren todos los placeres materiales.

Por lo tanto, en los placeres corporales, la persona puede recibir placer y buen ánimo. Pero en cuanto a sentir un genuino placer, que es la intención principal en el deseo de hacer el bien a Sus creaciones, ahí está el polvo de ocultamiento y encubrimiento, la oscuridad y la amargura, y donde no existe ningún sabor de la Torá y las Mitzvot. Es decir, la ocultación y la amargura son los polvos amargos que se colocan allí por la corrección del Tzimtzum.

Y el polvo curativo está en el esfuerzo de observar la Torá y las Mitzvot. Es decir, que justamente, esforzándose en observar la Torá y las Mitzvot se encuentra el remedio curativo. ¿Y por qué, específicamente, el esfuerzo en dedicarse a la Torá y a las Mitzvot no es suficiente para recibir el remedio curativo, para curar a la persona del remedio amargo de la comida?

Para entender esto, primero debemos saber cuál es el remedio que cura el polvo amargo que el Creador colocó en la comida, y cuál es el esfuerzo en la Torá y las Mitzvot, mediante el cual, podemos encontrar el lugar para obtener el remedio curativo.

Se sabe que el verdadero esfuerzo es cuando trabajamos en contra de la razón. Es decir, cuando la persona no sabe para qué debe trabajar y, sin embargo, lo hace en contra de lo que le indica la razón. Esto es muy difícil, y a esto se lo llama «esforzarse en el cumplimiento de la Torá y las Mitzvot». Sin embargo, debemos entender por qué la persona debe dedicarse a la Torá y las Mitzvot en contra de la razón, que es muy difícil y no todas las personas son capaces de hacerlo, y ¿por qué no pueden dedicarse a la Torá y a las Mitzvot dentro de la razón, algo que sea igual para todos?

La cuestión es que debemos saber qué significa estar por encima de la razón, denominado «esfuerzo», que debemos esforzarnos en dedicarnos a la Torá y a las Mitzvot. El punto es que el hombre fue creado con el deseo de recibir para sí mismo. Y como hubo una corrección en ese deseo de recibir, para que no haya disparidad de forma en la recepción de la abundancia, sino que, incluso, durante la recepción de la abundancia, permanezca en Dvekut, llamada «equivalencia de forma», por lo tanto, se hicieron las restricciones y el ocultamiento.

Esto significa, que cuando la persona quiere recibir el bien y el placer en las vasijas de recepción, no ve la Luz, solo la oscuridad, llamada «espacio sin Luz», más bien, tiene que crearse vasijas de recepción, que es como «Así como Él es misericordioso, tú eres misericordioso».

¿Cómo podemos obtener estos Kelim? mediante el esfuerzo en la Torá y las Mitzvot, es decir, cuando nos dedicamos a la Torá y a las Mitzvot, para obtener las vasijas de otorgamiento. Esto significa que el hombre no quiere recibir recompensa alguna por dedicarse a la Torá y las Mitzvot, sino que, su recompensa y pago, será que tendrá la fuerza para hacer todo en beneficio del Creador y no en beneficio propio.

Esto significa que si una persona observa la Torá y las Mitzvot con el fin de recibir una retribución, para obtener el bien y el placer en beneficio propio, a esto se lo llama «observar la Torá y las Mitzvot dentro de la razón». Es decir, que a esto el cuerpo no se opone, y en la medida en que cree que recibirá placer en beneficio propio, a esto se lo llama «dentro de la razón».

Rambam dice acerca de esta cualidad: «Cuando enseñan a los niños pequeños, a las mujeres y a las personas sin educación, se les enseña a trabajar solo por temor y para recibir recompensa. Hasta que adquieran conocimiento y mucha sabiduría, entonces, se les enseña ese secreto poco a poco» (Hiljot Teshuvá).

De las palabras del Rambam, vemos que hay dos aspectos para observar la Torá y las Mitzvot:

1) En beneficio propio, que es para recibir recompensa y no para trabajar por encima de la razón. Ya que en la medida en que cree en la recompensa y en el castigo, todo es en beneficio propio, a este trabajo se lo llama «el trabajo de las personas sin educación», el cual está dentro de la razón. En el trabajo, no se lo considera como un esfuerzo (aunque para el público en general, esto también considerado como un esfuerzo).

2) Esforzarse en la Torá y en las Mitzvot. Es decir, dedicarse a la Torá y a las Mitzvot no para recibir una recompensa. Sino que trabaja por completo en beneficio del Creador. Esto va en contra de la razón, ya que la razón obliga a la persona a trabajar en beneficio propio. Por lo tanto, cuando dice que observa la Torá y las Mitzvot, para así recibir la fuerza necesaria para trabajar solo en beneficio del Creador y no en beneficio propio, el cuerpo comienza a resistirse con toda su fuerza y grita, ¿Qué estás loco? ¿Quieres anularte ante el Creador? Dime, ¿qué vas a sacar de eso?

Este aspecto se considera como un gran esfuerzo, porque debe luchar contra su propio cuerpo, cuando la justicia y el sentido común están del lado del cuerpo, ya que esa es su naturaleza. Por lo tanto, a esto se lo llama esfuerzo, ya que está por encima de la razón y el cuerpo no acepta trabajar en beneficio del Creador.

Esto se considera, como que se esfuerza en dedicarse a la Torá y a las Mitzvot. Es decir, que al observar la Torá y las Mitzvot, quiere ser recompensado con la cualidad de otorgamiento, que puede obtenerse, precisamente, por medio de estudiar con esfuerzo, si se dedica a la Torá y a las Mitzvot con la intención que nuestros sabios dijeron: «He creado la inclinación al mal, He creado la Torá como condimento, porque la Luz en ella lo reforma».

Esto significa que ve que no ama al Creador, sino que se ama a sí mismo y no puede hacer ni un solo movimiento en beneficio del Creador, porque el cuerpo se opone a ello y, se sobrepone continuamente, en cualquier caso, no progresa, al contrario, después de todo el esfuerzo invertido en sobreponerse, ve que está retrocediendo en lugar de avanzar.

Ese esfuerzo hace que eleve una plegaria para que el Creador lo ayude. De acuerdo con esto, en que, cada vez que ve que está retrocediendo, en realidad está progresando en su plegaria, porque, tal como él la ve, está lejos de la meta y, por lo tanto, puede orar más desde el fondo del corazón, ya que ve el lugar del peligro.

Esto significa que tiene miedo de que la maldad lo venza y piense en escapar de la campaña. Es decir, el cuerpo le hace entender que ese trabajo fue dado a personas de carácter fuerte y no para la gente en general. Aunque, ahora el hombre asume ir por el camino de la verdad, es decir, en beneficio del Creador y no en beneficio propio, pero dado que no está teniendo éxito y está retrocediendo, teme que lo malo prevalezca y le haga entender, que dentro de la razón, el cuerpo tiene razón, pues ve la realidad, que no tiene duda alguna de lo que el cuerpo le dice, que este trabajo es para unos pocos elegidos.

Por eso, esto le hace rezar al Creador de todo corazón para que lo salve de este peligro de tener que escapar de la campaña. Dice: «Señor del mundo, por favor, ayúdame ahora mientras aún tengo fuerzas para rezarte, ya que no puedo saber lo que pasará después; puede que no haya alguien para pedirte ayuda».

Por esta razón, él dice: «Señor del mundo, ayúdame mientras el alma aún está dentro de mí, ya que temo que pueda morir más tarde y declinar a un lugar de separación», que es la desesperación, y allí no hay fe en el Creador, ni siquiera una pequeña medida, para que sea posible orar al Creador.

Una persona que cae en un lugar de desesperación ya no pide ninguna ayuda. Mientras uno tenga confianza en que saldrá de su estado, sigue trabajando, como en: «Todo lo que esté en poder de tu mano hacer, házlo».

Resulta que el esfuerzo, el hecho de que quiera trabajar en el otorgamiento, le causa esfuerzo. Esto, a su vez, le hace rezar para que el Creador le ayude, y creer en los sabios, que dijeron: «El que viene a purificarse es ayudado».

De ello se deduce que el polvo curativo se encuentra en esfuerzo. Es decir, su labor en la Torá y las Mitzvot para lograr Lishmá (en nombre de la Torá), el Lishmá que más tarde obtiene hace que tenga la capacidad de disfrutar de la comida, llamada «deleite y placer». Puesto que ya tiene vasijas de otorgamiento, que eliminan la ocultación que hay en la comida, esa ocultación aleja a cualquiera que quiera probar la comida, y dice de la comida que sabe amarga.

Con esto podemos interpretar lo que dijeron nuestros sabios: «Necios, el que trabajó en la víspera del Shabat comerá en Shabat». Preguntamos: ¿Qué es la «comida de Shabat» en el trabajo? Debemos interpretar como dijeron nuestros sabios, que mientras creaba a Adam HaRishón, el Creador dijo: «¿Cómo es esto? Es como un rey que tiene una torre llena de abundancia pero sin invitados». La comida se llama «una torre llena de abundancia».

Esto se llama la «comida de Shabat». Esto es después de la terminación del trabajo, que es la obtención de las vasijas de otorgamiento, que es todo el trabajo durante los días de la semana (hebreo: también, «días seculares»). Los días de la semana (seculares) son llamados «seis días de acción», que es la creación de Kelim que son capaces de recibir la comida general para todo Israel. Esto será al final de la corrección, que nuestros sabios llamaron «Israel», como dijeron, que la creación del mundo fue para Israel, como está escrito, «En el principio (Dios) creó, y no hay principio sino Israel», como está escrito, «el principio de Israel». En otras palabras, la torre llena de abundancia es para todo el conjunto.

Individualmente, la comida es cuando una persona corrige sus acciones y entra en un estado de «Israel», llamado Yashar-El (directo al Creador). Esto significa que todas sus acciones son en beneficio del Creador, llamado El (Dios). En ese momento es recompensado con la «comida» de forma individual. Al final de la corrección, todos los individuos vendrán con Kelim que son adecuados para recibir la comida, como dijo el Creador: «El que trabajó en la víspera de Shabat comerá en Shabat», como se menciona en la alegoría sobre el polvo curativo. En otras palabras, a través del trabajo en la Torá y las Mitzvot, allí, en el esfuerzo, encontrarán la cura que revoca el Tzimtzum y el ocultamiento que yace sobre la comida.

En consecuencia, debemos interpretar lo que se presentó en Masejet Shabat (p 119):

«El emperador dijo a Rabí Josué ben Hananiá: '¿Por qué tiene el plato de Shabat un olor tan fragante?' 'Tenemos cierta especia,' dijo él, 'llamada Shabat, que ponemos en él, y que le da un olor fragante.'' Preguntó: 'Danos un poco'. Y él respondió: 'Para el que observa el Shabat, es beneficioso, y para el que no observa el Shabat, no sirve de nada'».

Aunque el significado literal se refiere al que observa el Shabat, pero en el trabajo, debemos interpretar «observar el Shabat» a través de las palabras: «Y su padre guardó el asunto». Es decir, se sienta y espera y dice: «Cuándo podré obtener el Kelim que pueda recibir la comida del Shabat, cuyo aroma es fragante, ya que la comida del Shabat se llama «deleite y placer revestido de las 613 Mitzvot en forma de 613 depósitos».

Como está escrito en el Sulam (comentario sobre El Zóhar - Parte 1), «En todas y cada una de las Mitzvot se deposita una luz especial. Esto es considerado como la comida del Shabat. Podemos recibir esto específicamente después del trabajo y la labor, ya que viene al observar las 613 Mitzvot como consejos, lo que significa consejos de cómo lograr la cualidad de 'La luz en ella lo reforma'».

Por esta razón, el significado de «el que observa» es observar las 613 Mitzvot en forma de consejos sobre cómo lograr el otorgamiento, ya que precisamente en vasijas de otorgamiento podemos disfrutar de la comida del Shabat, porque entonces el Tzimtzum y el ocultamiento han sido eliminados del deleite y el placer.

Esto es como la alegoría arriba mencionada sobre el polvo curativo: El polvo que se encuentra en la observancia de las 613 Mitzvot como consejos cura el polvo amargo que yace sobre el deleite y el placer. Por esta razón, si no obtenemos las vasijas de otorgamiento, encontradas en la Torá y las Mitzvot, a través del esfuerzo, el ocultamiento sobre el deleite y el placer permanece.

Con esto podemos interpretar lo que dijeron nuestros sabios (Avot 2:21): «Puedes confiar en que tu amo te pagará por tu trabajo, y saber que la recompensa del justo se da en el futuro». Esto es desconcertante, ya que no debemos trabajar para recibir recompensa. Así pues, ¿por qué se dice «saber que la recompensa de los justos se da en el futuro por venir»? En consecuencia, debemos interpretar que nuestros sabios nos explican cuál es la recompensa de los justos en el futuro por venir.

Es decir, todo el esfuerzo que hacen para recibir recompensa, se nos dice cuál es su recompensa. Es en el futuro por venir, lo que significa que serán recompensados con el trabajar sólo para que «todas sus obras serán en nombre de los cielos», que son vasijas de otorgamiento. Para ello, hacen todo el esfuerzo, con el fin de obtener «en el futuro por venir» en Kelim diferentes de los que tienen ahora, que son vasijas de recepción. En el futuro por venir, serán recompensados con vasijas de otorgamiento, y este es el significado de «La recompensa de los justos está en el futuro por venir».