Lección Lección 7: Libre Albedrío

Lección 7: Libre Albedrío

Esta lección examina el concepto de libertad humana: su existencia y alcance. Explore los cuatro factores que influyen en el desarrollo humano y el papel crucial de nuestro entorno. Comprender cómo el crecimiento espiritual de una persona se entrelaza con su entorno. Analice el significado de la frase “se espera todo y se da permiso” y sus implicaciones para el libre albedrío y el destino.

Contenido de la lección
Materiales
  • ¿Tiene una persona libertad de elección? Y si es así ¿en qué?
  • Los cuatro factores en el proceso de desarrollo humano;
  • ¿Cuál es el papel del entorno en el que vivimos? ¿Cuál es la relación entre el desarrollo espiritual de una persona y el entorno en el que vive?
  • ¿Qué significa la frase “se espera todo y se da permiso”?

Sin embargo, cuando examinamos los actos de un individuo, los encontraremos obligatorios. Está obligado a hacerlo y no tiene libertad de elección. En cierto sentido, es como un guiso que se cocina en una estufa; no le queda más remedio que cocinarse, ya que la Providencia ha tensado la vida con dos cadenas: el placer y el dolor.

Las criaturas vivientes no tienen libertad de elección: no pueden elegir el dolor o rechazar el placer.

Y la ventaja del hombre sobre los animales es que puede apuntar a una meta remota, es decir, aceptar una cierta cantidad de dolor actual, sin poder elegir entre un beneficio o placer futuro que se obtendrá después de algún tiempo. Pero, de hecho, aquí no hay más que un cálculo aparentemente comercial, donde el beneficio o placer futuro parece preferible y ventajoso a la agonía que están sufriendo por el dolor que han aceptado asumir en el presente.

Así, sólo se prolonga el placer…
Y al fin y al cabo, aquí no hay diferencia entre el hombre y el animal. Y si este es el caso, no hay libre elección alguna, sino una fuerza que los atrae hacia cualquier placer pasajero y los rechaza de las circunstancias dolorosas. Y la Providencia los conduce a cualquier lugar que elige por medio de estas dos fuerzas sin pedirles opinión al respecto.

Además, incluso determinar el tipo de placer y beneficio depende enteramente de la libre elección de uno, sino que sigue la voluntad de los demás, como ellos quieren, y no él. Por ejemplo: me siento, me visto, hablo y como. Hago todo esto no porque quiera sentarme de esa manera, hablar de esa manera, vestirme de esa manera o comer de esa manera, sino porque otros quieren que me siente, me vista, hable y coma de esa manera. Todo sigue el deseo y la fantasía de la sociedad, y no mi propia voluntad.

Además, en la mayoría de los casos, hago todo esto en contra de mi voluntad. Porque me sentiría más cómodo comportándome con sencillez, sin ninguna carga. Pero estoy encadenado con grilletes de hierro, en todos mis movimientos, a las fantasías y costumbres de los demás, que constituyen la sociedad.

Entonces dime, ¿dónde está mi libre albedrío?
(Baal HaSulam, Artículos, “La Libertad”)


Cuatro factores
Tengan en cuenta que cada emergencia que ocurre en los seres del mundo debe ser percibida no como una extensión de la existencia a partir de la ausencia, sino como una existencia a partir de la existencia, a través de una entidad real que se ha despojado de su forma anterior y se ha vestido con la actual.
Por lo tanto, debemos entender que en todo surgimiento en el mundo hay cuatro factores de donde de los cuatro juntos surge ese surgimiento. Se les llama por los nombres:

  • La fuente.
  • La conducta inmutable de causa y efecto relacionada con el atributo propio de la fuente.
  • Sus conductas internas de causa y efecto que cambian por contacto con fuerzas ajenas.
  • Las conductas de causa y efecto de cosas ajenas que le afectan desde el exterior.

(Baal HaSulam, “La Libertad”)


Importancia del entorno

Sólo en la elección del entorno se mide el dominio del hombre sobre sí mismo, y por ello debe recibir recompensa o castigo.

Siempre podemos añadir en cuestión de elegir nuestro entorno, que son los amigos, los libros, los profesores, etcétera. Es como una persona que heredó unos cuantos tallos de trigo de su padre. A partir de esta pequeña cantidad, puede cultivar muchas docenas de tallos eligiendo el entorno de su fuente, que es un suelo fértil que contiene todos los minerales y materias primas necesarios que nutren abundantemente al trigo.

También está la cuestión del trabajo de mejorar las condiciones ambientales para adaptarlas a las necesidades de la planta y su crecimiento, pues el sabio hará bien en elegir las mejores condiciones y tendrá éxito. Y el necio tomará todo lo que se le presente y así convertirá la siembra en una maldición en lugar de una bendición”.
(Baal HaSulam, “La Libertad”)