Lección Reunión Local #35 - Continuación del Curso de Decenas y el artículo "La Libertad"

Reunión Local #35 - Continuación del Curso de Decenas y el artículo "La Libertad"

Esta semana, continuamos el estudio de textos auténticos cabalísticos en un grupo grande, en concreto es la octava semana sobre "La Libertad", del Rabino Yehuda Leib Ha-Levi Ashlag (Baal HaSulam). También revisaremos y trabajaremos sobre los temas discutidos en el "Curso de decenas".

Contenido de la lección
Materiales

En la primera parte de la reunión local, volveremos nuevamente a un punto clave del artículo: 

El deseo de recibir: la existencia a partir de la ausencia

Junto con nuevas adiciones en videoclips de lecciones del Rav Dr. Michael Laitman.

En la segunda parte, continuaremos con un tema central en el "Curso de Decenas" el miércoles:

Los Principios de Conexión en la decena

Reunión Local

"La Libertad"


Esta semana continuamos tanto con el "Curso de Decena" como con la lectura de las aclaraciones de Baal HaSulam sobre la libertad de elección en el artículo "La Libertad".

Como hemos mencionado antes, Baal HaSulam escribió extensamente para ayudar a los estudiantes a alcanzar el propósito de la creación: lograr la equivalencia de forma con las cualidades del Creador (amor y otorgamiento). Esta semana nos enfocamos en el Deseo de Recibir: Existencia a partir de la Ausencia.

En la reunión local, leeremos algunos extractos del artículo y luego intentaremos entender lo que está ocurriendo en el texto, seguido de otra lectura y discusiones sobre los temas juntos.

También tenemos clips adicionales de Rav Dr. Michael Laitman como clarificaciones importantes del artículo.

Además, realizaremos talleres sobre el tema del "Curso de decena".


"La Libertad"

Rav Yehuda Ashlag, Baal HaSulam

El deseo de recibir: la existencia a partir de la ausencia

Y para dar un paso hacia adelante de manera científica ¡necesitamos solo de la sabiduría de la Cabalá! Al fin y al cabo, todas las sabidurías del mundo están incluidas en la Sabiduría de la Cabalá. Hemos explicado, en el tema de «las Luces y vasijas espirituales» (en el comentario Panim Masbirot sobre El Árbol de la Vida, sección 1), que la principal novedad, en relación a la creación, creada por el Creador como existencia a partir de la ausencia, solo rige sobre un asunto, definido bajo el nombre «deseo de recibir». Todo lo demás, contenido en toda la creación no es ninguna innovación, pues no son existencia a partir de la ausencia, sino existencia a partir de la existencia, es decir, que se extienden de forma directa desde Su esencia misma, como la luz que se extiende del sol. Aquí tampoco hay nada nuevo, ya que lo contenido en la esencia del sol se propaga y sale hacia fuera.

Sin embargo, el deseo de recibir mencionado, es una novedad absoluta, porque, antes de la creación, tal cosa no existía en la realidad, ya que Él no contiene de ninguna manera el deseo de recibir, pues Él lo precede a todo. Entonces, ¿de quién podría recibir? Por lo tanto, este deseo de recibir, que Él generó como existencia a partir de la ausencia, es una novedad absoluta. Así, todo lo demás no se considera una novedad que pueda ser llamada «creación». Por lo tanto, todas las vasijas y todos los cuerpos, tanto en los mundos espirituales como en los mundos materiales, son considerados sustancia espiritual o material, cuya naturaleza es «querer recibir».


Dos fuerzas en el deseo de recibir: la fuerza de atracción y la fuerza de repulsión

Y es necesario que puedas discernir que, en esa fuerza llamada «deseo de recibir», distinguimos dos fuerzas llamadas:

 1. «Fuerza de atracción»

2. «Fuerza de repulsión» 

La razón es que cada cuerpo, o Kli, definido como deseo de recibir, se encuentra limitado, en otras palabras, cuánto puede recibir y qué calidad puede recibir. Por lo tanto, toda la cantidad y la calidad que está fuera de sus límites, parecen ir contra su naturaleza, y por eso él los rechaza. Bajo esta definición de «deseo de recibir», aunque sea comprendido como solo una fuerza de atracción, de todos modos, necesariamente, se ve obligado a convertirse en una fuerza de repulsión también. Y comprende bien esto.


Una sola ley para todos los mundos

Aunque la sabiduría de la Cabalá no menciona nada sobre nuestro mundo material, sin embargo, para todos los mundos hay una sola ley (como se indica en el artículo «La esencia de la Sabiduría de la Cabalá», sección La ley de raíces y ramas). Y, por lo tanto, todas las entidades materiales de nuestro mundo, es decir, todo lo que se encuentra dentro de este espacio, sea cual fuera, inerte, vegetal, animal, objeto espiritual u objeto material, si queremos discernir el aspecto propio y único de cada uno de ellos, por medio del cual se distingue de otros, incluso en la más pequeña de las partículas, no es más que «deseo de recibir». Esa es toda su forma particular, desde el punto de vista de la creación renovada, que la limita, tanto en cantidad como en calidad. Y, por eso, es que hay en ella una fuerza de atracción y una fuerza de repulsión.

Pero todo el resto que hay en ella, además de estas dos fuerzas, se considera como abundancia de Su esencia. Esta abundancia es equivalente para todas las criaturas y no hay ninguna novedad en ella, en relación a la creación, ya que procede como existencia a partir de la existencia. Y esto no puede atribuirse a ninguna unidad individual, sino solo a las cosas que son comunes a todas las partes de la creación, tanto pequeñas como grandes. Ya que cada uno recibe de esa abundancia según el límite de su deseo de recibir, y ese límite define a cada individuo y unidad.

De este modo he probado, desde una perspectiva puramente científica, el «yo» (ego) de cada individuo, por medio de un método científico a prueba de toda crítica, incluso, según el método de los fanáticos materialistas autómatas. De ahora en adelante, no necesitaremos aquellos métodos defectuosos, impregnados de metafísica. Y por supuesto, no hay diferencia si esta fuerza del deseo de recibir es fruto y resultado de la materia que le dio origen, a través de la química o si la materia es fruto y resultado de esa fuerza. Esto es porque sabemos que el asunto principal es que solo esta fuerza, impresa en cada criatura y átomo del «deseo de recibir», dentro de sus límites, la cual es la unidad por medio de la cual se separa y se distingue por sí mismo del resto de los miembros de su entorno. Y esto se cumple tanto en un átomo individual como en un grupo de átomos llamado cuerpo. Todas las demás propiedades que tienen un excedente de esta fuerza no se relacionan de ningún modo con esa partícula o grupo de partículas, en relación a su individualidad, sino, solamente de forma general, que es la abundancia que les llega del Creador, la cual es un asunto en común para todas las partes de creación, en su conjunto, sin distinción de cuerpos creados específicos.

Ahora, entenderemos el asunto de la libertad del individuo según la definición del primer factor, al cual denominamos «base», donde todas las generaciones anteriores, es decir, los antepasados de ese individuo, dejaron impresa su naturaleza. Y, como hemos esclarecido, el principal significado de lo que se entiende de la palabra «individuo» no es sino los límites del deseo de recibir impreso en ese grupo de partículas que él contiene.

Ahora puedes ver que todas las tendencias que él heredó de sus antepasados son, en realidad, nada más que los límites del deseo de recibir, ya sea, en relación con la fuerza de atracción que hay en él, o en relación con la fuerza de repulsión en él, que aparecen ante nosotros en forma de tendencias a la generosidad o a la tacañería, en forma de tendencia a la sociabilidad o a ser un ermitaño. Por eso, ellas realmente son su «yo» (el ego), que lucha constantemente por su derecho de existir. De este modo, si erradicásemos cualquier tendencia de ese individuo, seremos considerados como quien amputa un órgano viviente de su esencia. Y eso también se consideraría una verdadera pérdida para toda la creación, porque no hay ni habrá otra tendencia como esa en el mundo entero.

Después de haber aclarado en profundidad el legítimo derecho a la libertad del individuo conforme a las leyes naturales, volvamos y veamos, en la medida de lo posible, cómo ponerlo en práctica sin entrar en conflicto con la doctrina de la ética y la doctrina de la diplomacia. Y lo más importante: cómo es puesto en práctica este derecho de acuerdo con nuestra sagrada Torá.


Discusión Abierta

¿Cuál es tu impresión del énfasis de Baal HaSulam en el método científico?

¿Cómo entendiste el deseo de recibir como existencia desde la ausencia?

¿Cómo podemos ayudarnos unos a otros a distinguir estas fuerzas? ¿Qué podemos hacer para elevar la importancia de su propósito en llevarnos a la meta?

¿Qué hay en la raíz del deseo de recibir?


Clips


Los Principios de Conexión en la Decena


Preguntas del Taller

1) Cada uno comparte qué es especial sobre nuestro entorno para ti.

2) Elige un principio, de los principios que discutimos en clase, con el que sentiste una conexión especial.

3) Según lo que aprendimos, ¿cómo puede una persona "comprar un amigo"? ¿Y qué hacen los amigos que pueden "comprarte" para lograr el objetivo?

3) ¿Qué puedes hacer esta semana para aumentar el propósito espiritual en nuestros ojos?


Nos vemos la próxima semana