La historia de la Cabalá corresponde a la historia de la humanidad. Comienza al mismo tiempo que el hombre apareció sobre la faz de la tierra, quien (según la tradición) fue el primer hombre. Los cabalistas se interesan en él porque la historia de la Cabalá comienza con él, no solo la de la especie humana. También fue el autor del primer libro de Cabalá: "Sefer Raziel HaMalakh" (“El libro del ángel Raziel”).

Una persona que vive en este mundo siente la naturaleza del mundo que lo rodea, así como (si puede) la naturaleza del mundo que lo rodea. De hecho, hay personas que sienten ambos mundos simultáneamente. Se les llama cabalistas.

El primer hombre percibió esos dos mundos y los describió en su libro. Ese libro ahora está disponible en las tiendas, contiene interesantes dibujos con explicaciones y diagramas que el primer hombre escribió por sí mismo.

Cuando uno abre el libro, es evidente que el autor no es un cazador de mamuts incivilizado y sin educación. Era un individuo que era un cabalista de un grado muy alto. Descubrió los secretos fundamentales de la creación. Estudió el mundo superior, todo lo que está por encima de nuestro mundo, donde nuestra alma deambula antes de su descenso al nuestro, antes de que nazcamos, y adonde regresa después de que uno termina su vida en la tierra.

El primer hombre, quien también fue la primera alma que descendió a nuestro mundo, nos cuenta sobre la evolución y el descenso del resto de las almas. No nos habla sobre los cuerpos que nacerían en nuestro mundo, sino sobre aquellas almas que emergen de la suya propia, las almas de sus hijos, nietos y bisnietos. Nos habla de toda la humanidad que surgiría de él, qué le sucederá, y cuándo se elevará una vez más a la raíz de la que provino.

Nos cuenta cómo estas almas se reagruparán en una sola alma, en un grado mucho más alto que el nuestro, y construirán lo que llamamos “Hombre”, del cual nosotros solo somos fragmentos. Eso es lo que nos dice en su primer libro de Cabalá “El libro del ángel Raziel.” La palabra Raziel proviene de la palabra hebrea Raz (hebreo - secreto)  – el ángel de los secretos que revela los secretos de la creación.